sábado, 8 de noviembre de 2014

Steiner, centro de la efervecencia, del hervidero y del bullicio, en 1923

La señora Bugajew, una señora rusa que participó en 1923 en Stuttgart, Alemania, en el Congreso pedagógico que se realizó en la Primera Escuela Libre Waldorf relató como Steiner podía ser visto entre los niños.

Patio en Artaban, Marid, España
Todos estaban apretujados a él y hasta le tenían de la ropa y él con una gran sonrisa de mucha bondad se movía lentamente hacia adelnate.  Se tomaban de su chaqueta, se colgaban de sus brazos, pasaban por entre las perneras de sus pantalones. Lo apretaban, empujaben, se le gritaba hasta en el oído y al mismo´tiempo había lágrimas, también peleas y puñetazos. El sonreía por encima de toda esa algarabía.

Sus ojos brillaban y parecía que los niños en su presencia florecíesen como lo hacen las flores...
El era el vivo centro de toda esa efervescencia, de todo ese hervidero y bullicio. Todo vivía su lado y se movía a través suyo. El llevaba en sí el espíritu de la libertad y la vida que todo lo circundaba.



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