jueves, 9 de julio de 2015

Medios en "La desaparición de la infancia" por Neil Postman 1931-2003

La desaparición de la Infancia” por Neil Postman. Párrafos del cuestionario.

¿Es el individuo frente al desenvolvimiento que se vislumbra impotente?

La respuesta a esta pregunta es en mi parecer “No”. El individuo puede oponerse a ese desenvolvimiento, pero como toda oposición ésta tiene un precio. Dicho más exactamente, esta oposición trae consigo, que uno mismo en la existencia paterna debe realizar un acto de rebelión frente a la cultura norteamericana. Ya solo porque los padres permanecen casados, es un acto de desobediencia, una afrenta frente al “espíritu” de una cultura del despilfarro, de lo desechable, que en la continuidad apenas tiene importancia. Es también sumamente nada norteamericano si la familia, cuando esta se amplía, queda en las cercanías, de manera que los niños diariamente comprenden la importancia del parentesco, del respeto frente a personas mayores y pueden hacer la experiencia de la responsabilidad que se tiene por ellos. Y aquel que insiste, que sus propios niños disciplinen sus deseos de satisfacción inmediata,  en su sexualidad y en su moral social, que ejerciten mantener su lengua y su estilo, este cae en oposición con casi todas las modas de la sociedad norteamericana. Prestar atención a esto, que los niños propios lleguen por el esfuerzo en su desenvolvimiento a dominar su escritura, requiere de un espacio de tiempo considerable y es hasta costoso. Sin embargo nada es más rebelde que el intento de controlar la influencia de los medios sobre los niños propios. Tenemos dos posibilidades para hacer esto, la primera es limitar el tiempo que los niños están expuestos a los medios. La segunda posibilidad es seguir con diligencia, con cuidado, a cuales contenidos se hallan expuestos y acompañar en continuidad  en conversaciones con mirada crítica sobre los temas y los valores mismos. Las dos cosas son difíciles de lograr y exige una medida de prestar la debida atención, la cual la mayoría de los padres no están dispuestos de invertir en la educación de los niños.
A pesar de esto, hay padres, que se han entregado a realizar todo esto, que se resisten a las indicaciones de su cultura. Estos padres no sólo ayudan a sus niños a que tengan una verdadera infancia, ellos crean al mismo tiempo una especie de elite intelectual. A corto plazo justamente estos niños que crecen en esta familias tendrán mayores posibilidades en la vida comercial, en las profesiones independientes y hasta en los mismos medios.
¿Y qué se puede decir de un desenvolvimiento a largo plazo? Sólo lo siguiente: Padres que se oponen al espíritu de su época, conllevan la generación de un efecto de convento, de congregación, pues ellos co-ayudan a mantener despierta la tradición de la humanidad. No nos podemos imaginar que nuestra cultura olvida que ella necesita niños. Más que los niños necesitan una infancia, una niñez, esto ya lo ha medio olvidado. Aquellos que se niegan a olvidar, estos prestan un valioso servicio.

Versión castellana, Buenos Aires “La Loma” 9 de Julio 2015. Tatiana Schneider

No hay comentarios:

Publicar un comentario