viernes, 6 de enero de 2017

Buenos Aires del año 1948 y en los suburbios viene a mi recuerdo: "Los Tres Reyes Magos"

Buenos Aires del año 1948 y una curiosidad en los suburbios que viene a mi recuerdo.

En Noviembre se decía en mi casa. Hoy revisaremos los juguetes, es que vamos a ir al correo, llevaremos las cartas de Navidad que van a Europa, así llegaran a tiempo pues se van en barco. Una afirmación pero,  me preguntaba que tendrán que ver las cartas con los juguetes. Buscaremos aquellos que deban ser reparados y los daremos en el correo. Allí se remozarán a nuevo, se arreglarán, se pintarán nuevamente y para el día de Los Tres Reyes Magos, otros niños podrán ir a buscar los juguetes que los Reyes han dejado para ellos. Haremos y en secreto de Reyes para aquellos que no reciben juguetes.  A ver revisa tu caja y veremos que debe ser reparado y puede volverse nuevo.

 En aquel entonces los juguetes eran resistentes, de madera y aunque a veces sin ruedas, se jugaba igual. A un transporte le faltaba una puerta  bien podía, a pesar de ello, entrar el conductor, de todas maneras tenía  al frente en el guarda fango delantero una argolla y a ella atada una cuerda y así corríamos tirando del cordel por todo el patio, el conductor caía muchas veces, entonces teníamos un accidente y podía llegar la ambulancia que sin puerta trasera era mejor para poner y sacar la camilla. La sirena hacía mucho tiempo que estaba deteriorada de tanto juego y toca y toca. La puerta trasera se perdió en la nebulosa del  jardín, tal vez quebró al caerse y nadie hizo una reparación. Así pues se perdió, "en algún lugar de La Mancha".

Aunque en mi casa había carpintero, mi padre quien generalmente hacía muebles,  mesas o bandejas  hermosas con incrustaciones de madera de diferentes colores y diseños, guardas con dibujo de ramas hojas  y a veces  hasta flores. Lustrados a mano, pulidos a muñeca y polvo de piedra pómez.
Esta tarea fue la primera que aprendieron los niños, todos podíamos lustrar y cada vez fuimos más perfeccionistas.

Sin embargo los juguetes no se arreglaban, debíamos aprender a ser cuidadosos con ellos. Tal vez alguna vez para Reyes,  Los Tres Reyes Magos del Levante, del Lejano Oriente y llegados en camellos, ellos nos dejaban sobre las ajadas alpargatas un camión o una ambulancia nueva, brillante de blanco y su cruz roja. Hoy pienso trabajo de mi madre a escondidas de nuestros curiosos ojos, tal vez por la noche mientras dormíamos. El heno y el agua que habíamos dejado fue comido  y bebido...Cosa extraña en cada casa comían y bebían, claro un camello transporta mucha agua pues su vida trascurre en el desierto y debe conservar reservas.

Pues revisamos y encontramos unos cuantos para  llevar al correo, donde médicos sanaban los juguetes. Otra incógnita. Un año y de esto hace mucho, mucho tiempo ya, para el día de Reyes, mi madre dijo Hoy iremos al correo, está abierto e irán muchos niños, pórtate bien en la fila y ten paciencia tal vez tú también recibas una dádiva de los Tres Reyes Magos del Levante,  que han traído del Lejano Oriente.

Y así fue, recibí un camión con cajuela para llevar ganado y la cajuela era un acoplado podía sacarse y colocarse a gusto, separándolo del frente, del camión conductor. Y así vi y supe por allí andan nuestros antiguos juguetes, los médicos eran ciertos, la alegría y la algarabía de los niños mucha, muñecas de tela, con trenzas o sin ellas. Dime, pregunté los médicos saben coser, por supuesto que sí las operaciones se suturan...

Hemos ido muchas veces al correo a llevar juguetes rotos pero sólo una vez hemos estado para Reyes allí y lo recuerdo como muy hermoso, no por lo recibido sino por la alegría de todos los mayores y de aquellos que entregaban con cariño los juguetes y las risas de los niños tan alegres...

También recuerdo así como entre nubes que un Noviembre no juntamos nada para llevar y cuando hoy día lo relato, cualquiera  que no tenga mi edad y que no haya vivido en ese suburbio suele decir:  No me diga,  señora, parece de cuento de hadas, en mi barrio no hubo nunca nada de eso que yo recuerde. Y puedo contestarle Pero en Martínez sí, en el partido de San Isidro Labrador, nombre del que sólo quedó San Isidro, allí el correo recibía los juguetes en arreglo y puestos a nuevo los repartían para Reyes para alegría de muchos niños y yo fui una vez uno de ellos, porque nací en 1941.



La Loma, 6 de Enero 2017, día de Los Tres Reyes Magos y Epifanía del Señor
Nina Czerni

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