viernes, 10 de febrero de 2017

Observaciones campesinas

Observaciones campesinas

Cuando llueve en Enero llueve miel  y mosto.
En Febrero o seca fuentes o lleva puentes.
Marzo lluvioso año copioso.
En Abril quien no sembró, que no siembre.
En Mayo la tierra se duerme y aprontemos el sayo.
Junio mojado bueno para el tiempo, malo para el ganado.
Julio loco ningún día igual al otro, ni poco..
Agosto ventoso y Septiembre lluvioso
Hacen un Octubre florido y hermoso.
Septiembre aguas mil, tiempo vil.
Hasta el 4 de Octubre no te quites el sayo
Y si vuelve a llover, vuélvelo a poner.
Noviembre claro y fresquito para todos  bendito.
Diciembre caliente quema al más valiente.


Hay años que estas observaciones campesinas se dan, casi al pie de la letra y las recopilé para el hemisferio sur. Con seguridad en otros sitios, países, praderas, campos de cultivo se han hecho otras observaciones, y  el hemisferio norte de nuestro planeta tiene en parte su opuesto. Otras son relacionadas con las observaciones de la naturaleza.
Contaba mi padre, Don Basilio Czerniczyniec, carpintero y campesino en su Ucrania de nacimiento,  que en Rusia varios metereólogos querían ir a acampar y se eligieron según ellos el mejor momento del año, donde todo iría a las mil maravillas, podrían descansar y además pescar a sus anchas. Y la primer noche los sorprendió tal tormenta que los dejó sin resguardo y sólo atinaron a buscar la chacra más cercana. Mojados hasta los tuétanos, golpearon a la puerta y escucharon dentro de la dasha ruidos raros, como correr de muebles, hasta que por fin se abrió la puerta. Y el mujik sorprendido dice que hacen con este tiempo espantoso fuera, los invita a entrar, a sentarse junto  al estufón de azulejos donde soplaba el samovar, y ellos ven que la dasha está llena de animales, el caballo, la vaca con su ternero, una oveja, las gallinas con su gallo y mientras se acomodan a calentarse y secar sus vestiduras, el mujik nuevamante corre un ropero pesado delante de la puerta y dice ahora estamos a Dios gracias salvos. prepara para cada uno una taza de chai bien caliente y con el té se alivia la tensión, las ropas se van secando y comienzan a dialogar. Afuera silba la tromenta de viento y lluvia, retumba, relampaguea, truena y los rayos iluminan de tanto en tanto la obligada tertulia. Hombres dice el mujik cómo es que han salido para acampar ahora y le reponden como  metereólogos han elegido el mejor momento según sus cálculos. Pues, dice el campesino, mi chancha, mi buena cerda madrina sabe calcular mejor que ustedes, ella hace tres días que está cavando y cavando cada día mas profundo, tanto que me he dicho Pues todos adentro clavaremos las persianas, juntaremos leña y tendremos el calor preciso y adentro ninguro quedará sin resguardo, y la chancha oronda anda por mi dasha como una reina, cuando se cumplen sus augurios hay que respetarla, no hay oráculo meteorológico mejor que la chancha del mujik, así terminaba Don Basilio su relato..

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