domingo, 12 de marzo de 2017

El templo, llegar a él... iniciación en la actualidad

Empuja el ángel

Empuja el ángel sus manos de alas sobre mí.
Empuja desde dentro como sacudido por el corazón, hacia adentro y hacia afuera.
Empuja con cada una de sus manos de luz y su frente de águila de oro.
Empuja seguro, con certidumbre que es educación a toda hora,
Con tal determinación que rompe cualquier mentira con su luz roja de verdad y hambre,
Verdad y hambre que es saciada por la certeza en sus manos de alas.
Empuja el ángel mi sombra de la puerta del templo, para ver mis propias huellas en sus manos de arena y miel.
Empuja con su amor, que es luz y sombra convertidas en alas.
Empuja con una luz que es, para mí, sonrisa de amapolas en flor, refulgentes y enamoradas.
Empuja con alas y el coraje de un león de acero, y un diamante que raja su pecho, pecho eternamente de cielo herido.
Empuja con la fuerza de una legión de caballos de hierro en cada pierna y sus pies son la firmeza  y la confianza.
Empuja sobre su frente de águila de oro una espada que atraviesa el miedo y estallan de viento con su empujar de alas todas las paredes al pronunciar su nombre.

Empuja desde y entre las sombras, con tal luminosidad que nada hay oscuro en esas sombras y es cierto que ese templo iluminado de alas ha crecido diáfano hasta mí.


Martín S. Godino


"La Maestá" Cimabue  1280/85

No hay comentarios:

Publicar un comentario