viernes, 8 de junio de 2018

Gardevías. "Cuida el sendero".


Gardevías



Las virtudes bordadas en la banda del collar del perro braco, un perro de caza,  quien lo tenía al cuello, el escrito bordado estaba  realizado con oro y engarzadas piedras preciosas.
El perro braco se llamaba Gardevías – cuida el sendero- y pertenecía al conde Orilus.
Aquel que siendo vecino deseaba apropiarse de la propiedad de Herzeloyde, la madre de Parzival, ella era viuda y sólo el escudero Schionatulander  -el bello de la comarca-  escudero de su marido ya muerto en Oriente, era quién cuidaba de sus propiedades.

Las palabras bordadas

Cultivar la pureza                                 reine Zucht
Tener disciplina                                    Disziplin
Castidad                                               Keuscheit
Indulgencia, clemencia                        Milde
Justa medida en  todas las cosas          Mass an Allen Dingen
Cuidar, prestar atención, proteger        Sorge
Pudor                                                    Scham
Modestia                                               Bescheidenheit
Perseverancia, firmeza                         Stätte
Humildad                                              Demüt
Tener paciencia                                    Geduld
Amor casto                                           Minne


Son ejercicios del siglo VIII, por la época de Carlo Magno.
Y también fue el pedido de Sigune, la prima de Parzival a Schionatulander, como prenda de amor, poder leer las palabras bordadas con tal belleza, para conocerlas y saber cómo vivir, cuando  viajaban para rogar anuencia al Rey Arturo para casarse por ser ambos de clase social diferente, ella princesa y el escudero,  administrador, soldado.

La Pietá de Michelangelo es la imagen de ambos una vez que Orilus sorprende en sus tierras a Schionatulander sin armas, le ataca y le mata.
Orilus recuerda aún aquello que -él considera una ofensa, pues no cree en la palabra de su esposa. Parzival le había dado  un beso a su mujer mientras ésta estaba  dormida en su tienda de campaña en ese verano. Parzival , el tonto de capirote, le sustrae un anillo de la mano.  Ella jura a su esposo que nada más ha sucedido y Orilus no cree en esas palabras.
Así Schionatulander pierde la vida por Parzival y su desquicio al ser joven y no saber nada de modales caballerescos.

Schionatulander por un lado alcanza el amor casto, aquel que Sigune también logra, y cultiva cuidando la tumba de su amado en la eremita después de la acaecida muerte.
Por otro lado Schionatulander ha muerto por la ofensa que realizara Parzival sin saberlo bien, él no tiene conciencia de que en realidad le roba un beso a una dama dormida en su tienda de campaña, es Jeschute la esposa de Orilus, quien despierta asustada y Parzival en su ignorancia juvenil, todavía le saca un anillo del dedo que toma por prenda recibida de una dama. Un tonto de capirote vestido con una túnica de arpillera que le dio su madre para que le cuiden y por ser la túnica indicación de estar loco, nadie le molestaría.
Orilus no ha creído en las palabras de su mujer que solo fue el beso y el añillo, y la arrastra en sus andanzas caballerescas en oprobio y sin atención como le corresponde a una dama. Su atuendo cae a pedazos, padece un desaliño total. Hasta que Parzival reconoce después de cinco años su error, su culpa, frente a un santo ermitaño y da sus disculpas a Orilus.
Hoy conocemos las virtudes, también doce, a cultivar  durante la vida, haciendo ejercicio de ellas. Rudolf Steiner nos indica cual es la capacidad que surge de este cultivo. Se dice que como están en inglés en original fueron dadas por Madamme Blawatsky y Steiner las completa con los resultados que surgirán de tal ejercicio realizado mes a mes.

Tatiana Schneider



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