Aquí una traducción de su reporte para la Sección Agricultura de la Escuela superior para la ciencia espiritual en Das Goetheanum, Dornach Suiza.
Es merecimiento la lectura pues nuestra conciencia y autoconciencia distan mucho de tner conocimientos concretocon respecto a la agriculura biológico.dinaámica en nuestro país.
Y además es un trozo de historia actual.
Viaje a la Argentina del 17 al 28 de abril del 2016
Ueli Hurter, Sección de Agricultura, Goetheanum
Ueli Hurter, Sección de Agricultura, Goetheanum
Invitado por representantes del movimiento biodinámico en la Argentina pude
pasar 10 días en el país y conocer algunos lugares de trabajo y a muchas
personas. Juan Martin Richter me condujo
a la finca „La Choza“ que está cerca de la periferia de Buenos Aires. Junto con 2 socios maneja las
130 ha. desde hace unos 7 años. La finca pertenece a la Comunidad de Cristianos
y desde hace décadas es un lugar pionero del movimiento biodinámico en la Argentina. El tambo con elaboración y comercialización conforma la columna
vertebral. además hay una huerta y un cultivo de 15 plantas medicinales para la
Weleda. En la finca se hacen y se aplican todos los preparados. La venta se
desarrolla bien, la finca tiene un negocio propio en la ciudad. Son necesarias inversiones pero falta el
dinero. Después del reciente cambio de gobierno se ha encarecido la
construcción; la inflación del peso está por el 30%, toda la importación se
calcula en dólares estadounidenses. La
comunidad de la finca está bien encaminada y al mismo tiempo está expuesta a
tensiones extremas. El abismo entre el paso evolutivo casi tangible y la
imposilidad de concretarlo es mucho más extremo que en Europa, y diariamente se
lo vivencia y supera. Y también aquí vale esto, que la labor con el suelo,
plantas y animales no es más que una de las mitades; la otra mitad es la labor
en el entorno social, en su dimensión económica, humana y cultural.
En la Sociedad Antroposófica en Buenos Aires se organizó en muy corto plazo
una conferencia. Sorprendentemente el local estuvo repleto, también con gente
joven, y el eco fué bueno.
Después le siguió un viaje nocturno en ómnibus de varios cientos de kilómetros
a la región de Córdoba. En la población de „Villa General Belgrano“ hay
desde hace años una especie de colonia antroposófica de equipo alternante, con fincas, una escuela
Waldorf y „El Rincón“ un centro de seminarios. Junto con Simón Blaser, un suizo
del sur de Brasil y Regina Haller, una suiza de la provincia de Misiones del
noreste de la Argentina conformamos una
„swiss-connection“ invitados a visitar y pernoctar en la finca de Nuria y Diego
Vergelín. Ellos pertenecen al „núcleo fuerte“ (o también „carozo duro“)del movimiento biodinámico en la Argentina y sus
hijos Micael y Gabriel están como colaboradores en casa en L‘Aubier, Suiza. La
finca, ubicada completamente en el monte, es pequeña y cuidada
y cultivada con sumo esmero. 3
vacas y un jardín y algunos árboles frutales proporcionan los productos que de
la manera más variada son elaborados en la casa y vendidos localmente. Un
adicional llega además por la ocasional actividad de asesoramiento de
Diego. Todos los preparados se elaboran y
se aplican en la finca, también se venden y se entregan. Este tipo de „finca
jardinera“ es bastante común en el movimiento biodinámico en la Argentina, y hace factible un presupuesto
familiar ceñido sin gran necesidad de capital;
la vida y el trabajo están íntimamente entretejidos.
En el centro seminarístico „El Rincón“ se reunieron al día siguiente 70
personas de todas las regiones de la Argentina para el seminario „Formar futuro“ y a continuación para la Asamblea anual de la
AABDA. En una primera ronda dieron sus
informes los representantes de 11 regiones de este país con sus gigantescas
dimensiones entre la Patagonia en el sur y Misiones en el norte, entre Mendoza en
los Andes y Buenos Aires junto al Atlántico.
Se mueven consideraciones y hay discusiones
sobre ciertas actividades que hasta
ahora se habían organizado para todo el país, de tenerlas más localmente repartidas en las diferentes regionales, así como por
ejemplo el curso de formación en biodinámica que se da 4 veces al año y cada
encuentro con una duración de una semana. En el seminario „Formar futuro“ tratamos de
incorporar este ambiente de cambios. Partiendo
de la pregunta: „¿Adónde estoy yo con mi compromiso dentro del movimiento
biodinámico de la Argentina?“ transitamos
por todo el proceso en U y tuvimos al final nueve grupos temáticos cada uno con
un perfil de tareas desde el futuro, que deben y pueden asumirse. Abierta y
activamente se encaró el ingreso
creativo, no dogmático, que lleva a las honduras de los desafíos del futuro,
y que significó para muchos y para todo el grupo una especie de
„tipping-point“ de un mundo devenido(terminado)hacia un mundo deviniente (a devenir). Esta mutación la reforzamos también por la conmemoración en común de los fallecidos pioneros de la labor biodinámica
en y para la Argentina, especialmente Käthi
y Peter Blaser, Martín Richter, Gloria Lorente, Harald Tomys, José Drescher, Solveig
von Hassenbach, su esposo Joaquín así como otras personalidades. A la noche del
segundo día siguió todavía una conferencia pública en el salón municipal a la
que asistieron unos 100 oyentes.
Después el viaje continuó hacia La Pampa. La pampa es una inmensa
superficie completamente llana que abarca grandes partes de la Argentina y
también partes de Uruguay y del sur de Brasil. El clima es favorable con aproximadamente
1'000mm. de precipitaciones, los suelos
son de tierras negras llanas (flachgründig), sin ninguna piedra, hay en todas partes agua
potable. En esta superficie se practicó desde la colonización la famosa
ganadería argentina con fases en que en los mejores suelos se hizo predominante
el cultivo del trigo. Ahora desde hace algunos años ha estallado el boom total
de la soja. La pampa se ha convertido
por grandes extensiones en una gigantesca monocultura sojera. Año tras año se
cultiva soja transgénica. La aplicación de productos químicos es enorme. La
pampa se asemeja a un desierto, a un páramo
productivo. La soja parece ser el producto de exportación más importante para
la economía nacional argentina. Los gravámenes estatales en el primer escalón
comercial son del 30-35% del valor de venta.
Con esto se ha financiado al estado y al gobierno de Cristina Kirchner. Esta ganancia financiera
se metió también en proyectos sociales pero fué comprada a base de inmensas pérdidas
ecológicas. El suelo sufre y la fertilidad se agotará rapidamente. Hicimos una
prueba de palada en un campo de soja recién cosechado: el suelo se quiebra en
placas horizontales, ya a 10 cm de profundidad tiene olor anaerobio. Se han
hecho mediciones/estudios que dieron por resultado que un
suelo sojero semejante sólo puede absorber un 10% del agua de lo que era
capaz el suelo pampeano originario que se había formado bajo la alfombra de
pastos. En estos momentos por la caída
de 700 mm de lluvias en 20 días a pampa está prácticamente bajo agua -¿quizás
también a consecuencia por los suelos arruinados?
También las pérdidas sociales son enormes, los agricultores llegan a una
completa dependencia por un lado de los suministradores de semillas y productos
químicos y por el otro lado por los comerciantes intermediarios. La agricultura
se convierte en un engranaje en el mecanismo de la agro-industria. Es justamente en este punto donde Diego
Fernández y Florencia Leguizamón de la estancia „El Roble“, donde somos
huéspedes, se han enganchado con su decisión de cambiar por la biodinámica: no
más producción de „Commodities“ para el
mercado mundial anónimo y no más destrucción de la naturaleza. Ellos no se
encuentran completamente solos, hay en la pampa norteña 8 establecimientos
biológicos, que se reúnen en el grupo „Pampa orgánico“. Estos pocos
emprendimientos unto con otros 8 de la pampa orgánica sur - 16 en total
- tienen en conjunto 30‘000 ha. de tierra, así que no son tan pequeños .La
agricultura con integración de animales funciona en El Roble con rudos trazos,
la elaboración y comercialización aún tiene que ser erigida. Los preparados se
hacen y aplican en el establecimiento. A
estas personas que están colocando sus fincas como primeras agujas de
acupuntura en el páramo de tecnología genética de la pampa, a estas personas
hay que desearles que sigan teniendo un coraje tan grande y sostenerlas con nuestros mejores pensamientos desde
la comunidad mundial de la agricultura biodinámica.
La próxima ciudad es Rosario. Junto al río Paraná es como ciudad portuaria
el centro de comercio y exportación para los productos agrícolas de la pampa.
Esta ciudad cuenta con un „flair“, un aire cultural especial, que inmediatamente
nos llega al encuentro cuando paseando a la noche por la costanera nos topamos con
un pequeño festival de tango. Aquí también está la casa natal del Che Guevara y
tomamos un café en el local del padre de Lionel Messi. Somos huéspedes de Antonio Lattuca, que ha erigido aquí una red
de huertas ecológico-sociales. Terrenos baldíos que en realidad son basurales,
se toman para el cultivo. Muchas
familias de las villadas(slums) aprenden aquí bajo instrucciones
el ABC de la jardinería biológica. Muchas mujeres pueden producir aquí una
parte de la alimentación de sus familias y vender el excedente en el
mercado. Se nos explica que los
habitantes de las villadas, que representan alrededor de un 15% de la metrópoli
Rosario, son fugitivos del campo. Su arribo a las villadas ciudadanas es de una
brutalidad inimaginable: el ansiado mundo del consumo está a la vista pero
inalcanzable, ellos viven en y del desperdicio, a menudo presos del alcohol,
drogas y criminalidad. En esta situación el compromiso en la huerta abre un
pequeño espacio de humanidad desde muchos
ángulos. Lo más importante es que estas personas pueden volver a sentir la
autoestima y la dignidad humana. El crear un suelo fértil en la huerta también crea un
suelo fértil dentro del ser humano,el crecer de las plantasen la verticalidad
también erige al alma humana hacia la altura, y el cosechar y la venta de los
frutos es como un primer paso en un espacio social sano. La variedad botánica
en las huertas es muy grande dado que muchas de las familias traen consigo
semillas de las regiones de donde provienen. Se cultivan verduras, pero también
flores, frutas, plantas aromáticas y medicinales. Al hacer nuestra visita está
lloviendo a cántaros, entre los canteros hay agua, nadie trabaja en la huerta –
pero la persona responsable en cada espacio visitado nos recibe con gran calor, apertura y sano
orgullo.
A la noche hay una conferencia en el centro cultural de la ciudad. Llegamos
en tiempo y todo está perfectamente organizado, incluso las banderas de Suiza y
Argentina flamean como en un encuentro
ministerial, pero falta el proyector. Transcurre una buena hora hasta que está
a disposición, lo que parece no importarle al público. Unos 250 oyentes siguen
las exposiciones en las que me refiero al informe mundial de agronomía, a los
ensayos DOK, a los fundamentos de la biodinámica incluyendo los preparados y
mostrando algunos ejemplos de iniciativas biodinámicas, La atención es grande, lo
que también se manifiesta a continuación en la ronda de preguntas. Dado que representantes
oficiales y los medios locales están también presentes, espero que por esta
conferencia Antonio Lattucca tenga más apoyo en la continuidad de su actividad
con la red. Él estuvo en febrero en
Dornach para presentar su trabajo, ahora estuvimos nosotros con él – así se
origina un mutuo apoyo y enriquecimiento.
Después de una excursión turística ida y vuelta hasta Victoria por el
puente de 50 km sobre el río Paraná, que está crecido al máximo, vamos a
Esperanza. En esta pequeña ciudad en la
provincia de Santa Fe hay una pequeña universidad de agronomía y veterinaria.
Leandro, que trabaja para el reservado ecológico de la Fundación Federico
Wildermuth, ha organizado aquí una
conferencia para los estudiantes. No vinieron más de 40 estudiantes – pero
quizás se haya colocado una semilla en
uno que otro joven. El grupo estudiantil que se hace perceptible, muestra
material informativo sobre la protección a la naturaleza. La agricultura y la
protección a la naturaleza son contradicciones en la realidad
aquí vivenciada en el campo y también en
las cabezas (mentes) – que la agricultura biodinámica es más que
protección a la naturaleza, es decir que es cultivo de la naturaleza, resulta para la mayoría un pensamiento
sumamente difícil.
A la mañana siguiente vamos a la Fundación Federico Wildermuth. Normalmente
el trecho desde el cercano poblado insume unos pocos minutos. Pero ahora estos
caminos de tierra están intransitables por la inundación, de modo que con el vehículo
todo terreno (camioneta
4x4) tenemos que hacer un desvío de
más de una hora por caminos totalmente embarrados y donde ineludiblemente también
caímos una vez en la cuneta y con fuerzas aunadas volvimos a poner a la pick-up en la huella y
seguimos empujándola. La Fundación Federico Wildermuth es una estancia que
desde generaciones está en manos de una familia, cuya representante calificada
es desde hace décadas Rosmarie Mampaey.
De joven ,después de la Segunda Guerra Mundial, ella como media huérfana
llegó con su madre desde Suiza a la Argentina,
donde de la propiedad que
originariamente abarcaba muchos miles de hectáreas encontraron sólo unas 2000 hectáreas. El
campo no volvió a ser arrendado sino manejado primero a solas con ganado para producción de
carne y más tarde con ayuda del administrador Uli Werner. Más adelante, la mitad que representa la
parte de herencia del hermano de Rosmarie, el Dr. Jenny de Suiza, por
iniciativa de uno de sus hijos se transformó en un reservado de protección a la
naturaleza y fué traspasado a la
fundación para ello creada. Aproximadamente la mitad del campo restante es
manejado por una hija de Rosmarie con su
marido como tambo intensivo. Después de
un período bío trabajan actualmente de manera convencional, lo que no fué fácil para las relaciones
familiares. Al último cuarto del campo hace ya un tiempo que Rosmarie lo introdujo también
en la Fundación, cuyo fin fué entonces correspondientemente ampliado. Esta
parte está esperando su desarrollo y es el objeto de nuestras conversaciones.
La cría extensiva de ganado en las aprox. 400 ha. que actualmente está bajo la
tutela de Uli, debiera ser complementada por una chacra múltiple con
agricultura, huerta/jardín, pequeño tambo, mercado.... ¿Cómo podría hacerse
realidad esta representación ideal? Esta es la gran cuestión de Rosmarie y
también de la comisión directiva de la Fundación. En este pedazo de tierra se entrecruzan muchos
hilos del destino de tipo familiar pero también en relación con el compromiso en
pro de una naturaleza sana y de la biodinámica, y que se entretejen en un entramado
que por un lado podría ser la base, el fondo portante para una iniciativa plena
de futuro y que simultáneamente como un
mar de enredaderas, a cada proyecto lo amenaza
en enredarlo en sus honduras inconmensurables. El potencial es enorme y las
dificultades también. A pesar de ello en el diálogo esbozamos los rasgos
fundamentales de una existencia autónoma para un manejo biodinámico de esta
parte de la Fundación. Rosmarie confía
plenamente en que el destino conducirá a
este lugar a las personas adecuadas – y con esta postura, la de la confianza total en las fuerzas vitales de otras personas, ella ya ha posibilitado tantísimo para el
movimiento biodinámico en la Argentina.
Así cerramos nuestros diálogos y la visita en la esperanza, que los
hilos del destino se entramen en un nudo que haga florecer a este lugar.
Al día siguiente nos trasladamos con Juan Martín al aeropuerto de Buenos
Aires y al oscurecer desde el avión
vuelvo a echar una mirada sobre este gigantesco país, que está tan pleno
de potencialidades y que a las personas
que se enlazan con él también las pone ante desafíos tan grandes . Un cordial
agradecimiento a Juan Martín Richter por la conducción del viaje como „chofer y
guía“ y por la traducción de las conferencias,
a Simón Blaser por el acompañamiento y la mirada detrás de la superficie de los
fenómenos naturales y sociales, a Regina Haller por la perfecta preparación de
todo el programa del viaje y a Rosmarie Mampaey por la invitación y por
posibilitar la financiación.
Ueli Hurter, Sección de Agricultura, Goetheanum
Escuela superior libre
para la Ciencia Espiritual
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