martes, 30 de octubre de 2018

Teyú - El dragón


Teyú– El dragón

En la orilla sur del Alto Paraná había una roca de color rojo, la cual era muy alta y caía muy abrupta en el Río Paraná En esa gran Roca había una cueva, que siempre fue habitada por dragones. Los Guaraníes por ello la llamaban el Teyú cuaré...la roca del dragón.


En tiempos lejanos era esa cueva el refugio y el hogar de tal terrible y hambriento dragón. Era tan voraz ese animalejo, de manera que todos los hombres  le tenían un temor incalculable. Siempre volvía a robar niños y mujeres, y muchos guerreros valerosos fueron  destrozados por él cuando querían defender sus familias.
Mas que un valiente cacique que partió para salvar la tierra de la bestia fue con sus hombres a la más terrible de las  muertes Nadie tenía la capacidad de matar al monstruo. Era como si Aña y todos los malignos espíritus se hubiesen unido al terrible animal.
Una mañana llegó un extranjero hasta el cacique y le dijo “ Yo iré de Teyú cuaré y lucharé con el dragón, hasta que el muera.”
Las mujeres comenzaron a llorar “ Que joven noble y valeroso” decían “ ¡Tan bello y fuerte! El dragón lo destruirá y lo engullirá!
El jovenzuelo sonrió y dijo “No tengais miedo por mií Yo venceré al dragón”
“Mi noble extranjero” dijo el Cacique, eres fuerte, valiente y orgulloso” Más escucha: Ya muchos valientes guerreros entraron en la cueva. Y eran los mejores de mi tribu.
“Yo tengo magia” respondió el joven “Con ello puedo matar a la oscura fiera”.
Dicho y hecho se dirigió camino a la cueva del dragón..
Los hombres, las mujeres y los niños de la tribu le acompañaron a las cercanías de la Cueva. Solo y sin armas entró el joven en ella.
Largo tiempo los hombres temerosos esperaron y en ello se entristecieron y perdieron su coraje, porque ese noble extraño desgarrado sería por la fiera. En ello un estruendoso aullar y  rayos y un olor nauseabundo llenó el aire.
La bestia salió tambaleándose, tropezó, encandilado por el sol y cayó aullando al suelo. Primero los guaraníes quisieron huir pero los más aguerridos de ellos reconocieron, que la debilidad de la bestia debiera ser usada en propio beneficio. Se volcaron con sus lanzas al monstruo hambriento y tantas heridas le hicieron hasta que le mataron.
El joven salió caminando sonriente de la cueva. Los guaraníes lo rodearon, danzaban y entonaban los cantos sagrados de alegría.


“Muéstranos tu magia” le pidieron “ella fue tan poderosa que pudo destruir al dragón.” Pero el joven no tenía ni piedras ni plumas con él. Sonriendo les mostró a los guaraníes su mano cerrada
“Aquí está el milagro”, dijo y abrió su mano. Era sólo un rayo de Luz.


Del pequeño libro "Märchen der Guaraní Indianer"  Cuentos de los Indios Guaraníes, compilados y editados por Dietmar H. Melzer. La versión alemana es de Ilse Melzer y tiene ilustraciones de Graham King. Fue editado en Friedrichshafen, Alemania, en primera edición en 1985.

Versión castellana Tatiana Schneider, La Loma, 30 de Octubre de 2018,

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