martes, 17 de abril de 2012

El motivo de las anécdotas


A mí siempre me interesó saber algo más de la vida de Steiner, tal vez porque mis suegros lo conocieron siendo ellos jóvenes.
Me gustó saber de personas que lo conocieron, de los que hablaron con él, de aquellos a quienes aconsejó personalmente. Y las anécdotas son mis recuerdos de escenas leídas u oídas también, contadas con mis palabras. La mayoría está en alemán y no las conozco recopiladas, sino se encuentran en las memorias y diarios personales de la gente, o en reseñas de la vida que se escribieron después del óbito.

Una revista antroposófica alemana pidió hace unos 5 años que si aún viven personas que conocieron a Steiner escriban su recuerdo, su vivencia y sí aparecieron algunas más. Si no me equivoco ha fallecido, en Estados Unidos la última persona que lo conoció, hace dos o tres años, una granjera.

Uno de los jóvenes educadores por los cuales R. Steiner dio el Curso de Educación Especial falleció en Schloss Hamborn, Alemania, una institución de pedagogía curativa, hogar, escuela que el mismo generó cuando cada uno de sus compañeros decidió “crecer” en otro sitio,  falleció a los 106 años, después de hacer una fundación con sus bienes para continuidad de  la formación de maestros de la educación especial antroposófica. O sea apenas hace un par de años.
Este señor decidió cuando cumplió los 70 años, la edad definitiva de la jubilación alemana, que dejaba esa tarea a todos sus compañeros y a la gente nueva y se iba de viaje para no molestar con sus consejos de la experiencia la tarea de los “nuevos”. Cuando regresó, al cabo de un año, todos se habían amoldado, practicaron solos, también discutieron y se aplacaron, pues en sus tareas diarias estaba la meta: los niños, que llamaba constantemente.  Y entonces se quedó en el lugar, ahora por pedido de sus amigos, realizando otras tareas, sin dedicarse a la conducción de todo el hogar escuela como antes. Y venían a su casa a pedirle consejo, a conversar, a aprender algo más, ahora de otra manera…
Se “dice” que R. Steiner le dijo cuando comenzó con sus compañeros, él lo guardó así en su corazón: ahora que usted también está daré el curso. Y se comenta que es el único curso que Steiner ofreció por sí mismo, nadie le preguntó si lo podría hacer, Steiner mismo quiso hacerlo y esas palabras lo comprueban.
Estas palabras se editaron recién en su reseña de vida, después de su fallecimiento, pues este señor consideraba que no debía enorgullecerse por ellas.


4 comentarios:

  1. Pues qué afortunados tus suegros!! A nosotros nos corresponde conocer más sobre el dr. Steiner gracias tu amoroso aporte. Cariños, Gloria

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    1. Gracias Gloria, Steiner también tenía su muy buen humor. Y se cuenta que salió de su casa y un joven lo saludó, se percató que una de sus medias era negra y la otra azul marino y amablemente se lo comentó. Steiner regresó para corregir esto diciendo:: Si no, mañana los antropósofos usarán una negra y una azul...Y en otra ocasión salió con un cordón de su zapato desatado y también alguien se lo hizo notar, a lo cual volviéndolo a atar dijo "No vaya a ser que mañana anden todos así"

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    1. Así es Mabelein, algunas y justo estas dos lo relataron personas que estaban con él en ese momento, especialmente el joven Maikowski, quién luego fuese maestro Waldorf

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