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El Coquena, el pastor y la vicuña |
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Los Hermanos Grimm: Jakob 1786-1859 Willhelm 1785-1863 |
Los antiguos cuidadores de los bosques europeos, los bien llamados guardabosques, por su tarea y trabajo por la floresta y con la atención de los animales silvestres en plena libertad aún. solían recibir la dádivas del pueblo pequeño, de sus habitantes, cuando en luna llena y hasta la media noche se mostraban en plena alegría y en danzas de agradecimiento al crecimiento, a la vegetación , a la floración, a los frutos que vendrán y que se encuentran a su sencillo orden y cuidado.
Los hombres con la ciencia que tanto estudia y la materializan al máximo no pueden comprender que ellos sean seres existentes. Seres existentes capaces de leer en el libro de la vida y muy inteligentes, hasta más que el hombre. Simplemente el hombre tiene a la vista de todos en su cabello y en su barba la muestra de los pensamientsos. Los pueblos de los hombres pequeños desean poseer esos cabellos y esas barbas pues saben que lo que ellos leen en la Naturaleza, los hombres lo piensan y son con el pensar capaces de creatividad.
También este es un deseo de los pueblos de los hombres pequeños,,. de la aldea de cada zona donde agua, vgetación, arboless y flores tienen su vida silvestres y no está contaminada por las acciones de los hombres. Donde ciervos, osos, uemules y ñandúes , perdices y maras, conejos y ardillas, tapires y yacarés o serpientes de agua tienen el elemento capaz de mantener su vida lejana de las ciudades y del tumulto, además de la caza indiscriminada.
Todavía hace años en Noruega no se permitió el trazado de una ruta debido a que en esa zona de montículos vivían los pueblos de los hombres pequeños y ellos serían destruídos por la electricidad circundante que tendría la ruta. Este fue un juicio que hizo historia contra Rutas Nacionales, donde desde el juez hasta el último ciudadano de las zonas aledañas no permitieron que desaparecieran de allí los pueblos de los hombres pequeños.
En Noruega las casas tenían puertas bajas no sólo para protección de los rigores del invierno sino para que cada persona pueda inclinarse en el marco de la puerta pues cada familia tenía en su casa en el escalón frente a la puerta la vivienda de habitantes de los pueblos de los hombres pequeños y era importante saludarles cada vez que se pasase y para no entrar en olvido las puertas se hicieron pequeñas y, queridos amigos lectores, los nuruegos son personas de cierta estatura. alta.
La Loma, Miércoles 21 de Junio de 2017
También este es un deseo de los pueblos de los hombres pequeños,,. de la aldea de cada zona donde agua, vgetación, arboless y flores tienen su vida silvestres y no está contaminada por las acciones de los hombres. Donde ciervos, osos, uemules y ñandúes , perdices y maras, conejos y ardillas, tapires y yacarés o serpientes de agua tienen el elemento capaz de mantener su vida lejana de las ciudades y del tumulto, además de la caza indiscriminada.
Todavía hace años en Noruega no se permitió el trazado de una ruta debido a que en esa zona de montículos vivían los pueblos de los hombres pequeños y ellos serían destruídos por la electricidad circundante que tendría la ruta. Este fue un juicio que hizo historia contra Rutas Nacionales, donde desde el juez hasta el último ciudadano de las zonas aledañas no permitieron que desaparecieran de allí los pueblos de los hombres pequeños.
En Noruega las casas tenían puertas bajas no sólo para protección de los rigores del invierno sino para que cada persona pueda inclinarse en el marco de la puerta pues cada familia tenía en su casa en el escalón frente a la puerta la vivienda de habitantes de los pueblos de los hombres pequeños y era importante saludarles cada vez que se pasase y para no entrar en olvido las puertas se hicieron pequeñas y, queridos amigos lectores, los nuruegos son personas de cierta estatura. alta.
La Loma, Miércoles 21 de Junio de 2017
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