El suceso es conocido, como archi-anécdota, sin embargo requiere una cierta seriedad en su comprensión. Tal vez haya sucedido en la ciudad de Kassel luego de varias conferencias de Steiner y una se realizó por la mañana, la siguiente sería realizada por la tarde o tal vez era la continuidad de un curso.
Así surgió la pregunta si no se podría almorzar sin que se ocupase mucho tiempo en ello y si estaría bien ir a una pequeña fonda en las cercanías donde también se daba almuerzo a los trabajadores, a los obreros de la zona. Se comentó que allí se cocinaba bien y unas 20 personas se dirigieron allí para almorzar.
Una reserva no había sido realizada por ello llegaron las tantas personas sin aviso junto con Rudolf Steiner al pequeño restaurant que ya entró en desazón al ver tal grupo. Encontraron ubicación pero sólo había una persona para atender, un sólo mozo y allí se generó el problema.
Entre los que acompañaban a Steiner surgió la idea que se debiera tomar una comida vegetariana a visa de prueba. Pero, queridos lectores, piensen ustedes que en 1914 sólo había allí parrroquianos que venían a almorzar regularmente y el local estaba organizado ya para ellos sólo con comidas preparadas con carne.
Realmente hay que representarse la situación en serio. ¿No tienen ustedes un plato de Makkaroni o Spaghetti? ¿No hay comida con vegetales? ¿Ni siquiera una fuente de ensalada? ¿O puré de papas con arándanos? ¿O espinacas y papas fritas?¿Tampoco un plato con pescado? ¿Y una preparación con yogurth o queso magro? ¿O.....?
Después de corto tiempo al mesero los cabellos se le erizaron de manera tal que su paciencia estaba al límite, el sudor era visible en la frente y de tanta nerviosidad ya casi no podía hacer buen uso de su acostumbrada amabilidad, Así también llegó a Rudolf Steiner y le preguntó cual era su deseo. Este lo miró sereno, amable y dijo: Por favor traigame el plato habitual, ¡y este era un Beefsteak alemán!
Cuando la comida fue terminada y los huéspedes abandonaron el local uno de ellos, aquel que terminaba de abonar la cuenta, escuchó del mesero un enorme suspiro diciendo hacia el dueño de la fonda: "El único con cordura entre tantos locos vegetarianos es el señor delgado vestido con el largo jacket negro." (La típica vestimenta de Steiner)
Relato de Manfred von Kries en "Beltle"
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Qué gran enseñanza! Por encima de sus preferencias alimenticias,el dr Steiner fue compasivo con la situación del mesero y del restaurante
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