La Tierra es grande....
La Tierra es grande pero el cielo lo es mucho más, algunos
lo han olvidado pero muchos otros no... Y esto lo sabían las personas que dejaban esta
Tierra porque también sabían que el cielo los necesitaba. En realidad los estaban esperando... la tarea
estaba allá y la persona no llegaba aún, tardaba...
Esperaban allá arriba y aquí, entre nosotros, también
esperaban su momento o lo presentían, pues el ángel de cada persona no olvida y
cada noche nos relata el día siguiente. Sólo es que al despertarnos también
vemos las cosas de nuestra casa, mamá, la escuela, y lo olvidamos.
Sucedió una vez que un muy buen hombre vio acercarse el
momento de ir hacia su tarea , hacia allá donde más tendría que hacer que aquí
y se fue preparando.
Cada preparación es bien diferente pero todos saben que van
hacia la luz. Hacia aquello que se llama la luz que nos ha acompañado aquí y
que será la luz futura y será la luz de inicio de la vida, donde desde aquí nadie la verá. Sólo hay gente que lo sabe y así lo sabía
este buen hombre. Se preparaba para ir a la luz.
Algunos sabrán que está porque por la noche el guardián,
custodio de nuestra alma. lo recuerda y hasta lo vemos. Como lo conocimos de siempre
y nos arropa aún en la cama, nos dice palabras de cariño, las que
conocemos de siempre y hasta en el momento de dormirnos sentimos de su mano
la suave caricia. Simplemente al
próximo momento ya estamos en el campo del cielo azul celeste, con los que nos
esperan allá.
Nos esperan todas las noches para mostrarnos el día
siguiente. Y allí estaba el buen hombre
quién sabía que durante 22 años todas las noches vería a cada uno de
toda su familia. Especialmente la hermosa
que quedó aquí e iría creciendo. Sabía que a sus padres los vería hasta
durante el día pues estaba con ellos, pero de aquí ninguno de nosotros los
verían, sólo en fotografía y para no olvidarnos.
Porque así hacemos las personas , o por lo menos yo así lo
hago, enciendo una velita frente a su
imagen para recordar que ahora allá tiene luz y mucha, y mucho por hacer, más que aquí.
Simplemente recuerdo como un abuelo le dijo a su nieto,
todas las noche nos veremos, tú vendrás cerca de mi estrella y yo descenderé
cerca de tu cama y a medio camino estaremos juntos . Todos duermen pero nosotros
sabemos que estamos allá en la luz. Y si tienes algo para contarme te escucharé
y si quieres tú oír algo te llevaré por las esferas celestes y oirás la música
que hace que el mundo viva, con todos
los seres, desde las piedras, las plantas,
los animales, nuestros perros preferidos, y los hombres. ¡Cierto, también todos los niños!
Ahora que sabemos cómo es, podremos acercarnos por la noche
a la estrella del buen señor...El buen
señor vendrá hacia nosotros y
conversaremos de todo lo que hemos hecho
en el día, de lo bueno, de lo equivocado, de lo que aprendimos, de las nuevas
canciones, de los nuevos cuentos y hasta de la geografía de la escuela o la
gimnasia y la bicicleta.
Lástima a veces a la mañana no lo recordaremos pero para
ello el ángel de la guarda sí, lo
recordará nuevamente durante la noche y nos mostrará el día siguiente, porque
la Tierra es grande y el cielo lo es mucho más.
Dr. Jorge Schulte Médico Antroposófico
La relación del hombre con el cosmos.
Nuestra finitud en la tierra encierra la concentración del espacio infinito representado, a los ojos visibles por el espacio estelar. Podríamos asegurar que la tierra y los seres humanos que en ella habitamos, representamos un espejo donde las estrellas manifiestan su dinámica, y a la inversa, el espacio estelar es el espejo que reproduce fielmente los pensamientos, emociones y acciones que se desarrollan en la tierra. Nuestros órganos son planetas interiorizados. La Antroposofía brinda la posibilidad de comprender el modo en que se interiorizan los planetas y los metales correspondientes . El mundo planetario lo lleva el hombre en sus órganos y la manera en que se cumple esta interiorización se refleja en su patología. El incremento de los problemas del ser humano en buena medida, se relacionan con una pérdida de la relación con el Cosmos. El HOMBRE SEPTIMEMBRE es lo que se abordará en este próximo encuentro. El Dr Jorge Schulte nos llevará a comprender nuestra relación con los siete planetas y los siete metales , el modo en que ellos se interiorizan en nuestros órganos , encontrando nuevas posibilidades terapéuticas. Editado en Facebook por Patricia Giner el 2 Mayo 2016.
La Loma, 13 de Septiembre de 2018.
Dr. Jorge Schulte Médico Antroposófico
La relación del hombre con el cosmos.
Nuestra finitud en la tierra encierra la concentración del espacio infinito representado, a los ojos visibles por el espacio estelar. Podríamos asegurar que la tierra y los seres humanos que en ella habitamos, representamos un espejo donde las estrellas manifiestan su dinámica, y a la inversa, el espacio estelar es el espejo que reproduce fielmente los pensamientos, emociones y acciones que se desarrollan en la tierra. Nuestros órganos son planetas interiorizados. La Antroposofía brinda la posibilidad de comprender el modo en que se interiorizan los planetas y los metales correspondientes . El mundo planetario lo lleva el hombre en sus órganos y la manera en que se cumple esta interiorización se refleja en su patología. El incremento de los problemas del ser humano en buena medida, se relacionan con una pérdida de la relación con el Cosmos. El HOMBRE SEPTIMEMBRE es lo que se abordará en este próximo encuentro. El Dr Jorge Schulte nos llevará a comprender nuestra relación con los siete planetas y los siete metales , el modo en que ellos se interiorizan en nuestros órganos , encontrando nuevas posibilidades terapéuticas. Editado en Facebook por Patricia Giner el 2 Mayo 2016.
La Loma, 13 de Septiembre de 2018.
In Memoriam de Jorge Juan Schulte Schneider, médico,
cirujano, médico de a bordo, maestro en seminarios waldorf para educadores y médicos, y como artesano sus predilecciones fueron Fotografía, Astronomía y Carpintería. *11 deAgosto de 1951
+ 11 de Septiembre de 2018
Tatiana Schneider
Tatiana Schneider
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