miércoles, 18 de junio de 2014

Remedio sumamente saludable contra el cansancio: las anécdotas


Remedio sumamente saludable contra el cansancio: las anécdotas

Si  deseamos emplear este medicamento sano que todos tenemos a nuestra disposición frente al cansancio, especialmente cuando luego de un largo y arduo día de trabajo todavía tenemos reuniones de claustro, ya sea pedagógico, de finanzas, empresarial o de carácter social, y no se trata de la lectura, simplemente es la capacidad del relato oral, pleno de entusiasmo y humor, capaz de dispersar el cansancio.

Herbert Hahn
Herbert Hahn 1890-1970
Encuentro con Rudolf Steiner
Impresiones - Consejo- Ayudas en la vida
Herbert Hahn













El profesor Herbert Hahn, aquel maestro quien daba clases de cultura general a las obreras de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria en Stuttgart y luego fue uno de los primeros maestros en la Primera Escuela Waldorf de Stuttgart en 1919, relata la capacidad de Rudolf Steiner de  trabajar intensamente y sin descanso. 

Esto el maestro lo había podido comprobar durante las estadías de Steiner en Stuttgart. Y no todos los participantes estaban a la altura de soportar estas sesiones espirituales nocturnas después de un día completo de tareas. Aquí y allá se veía el cansancio,  los párpados se convertían en párpados de plomo o ciertos ojos tenían una expresión completamente tiesa y de sentirse con poca comprensión, allí y de pronto Rudolf Steiner solía desarrollar una anécdota. Todo el mundo se reía y estaba más despejado, se sentía refrescado para continuar con la sesión, con el temario, con la tarea.

También durante los almuerzos compartidos cultivaba Steiner gustosamente los relatos,  ya sea una anécdota o un "chiste con chispa" y mucho humor.

Recuerdo como un profesor en el comedor estudiatil se acercaba a un estudiante que repasaba un texto o leía mientras comía y le decía: Una cosa a la vez, joven, por su salud, coma, y luego al término, estudie o lea. Donde los estudiantes conversaban entre risas y almorzaban, sólo sonreía y seguía camino a buscar su propio almuerzo.




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