"En la antigüedad, cuando el hombre recibía impresiones desde los mundos suprasensibles, las percibía como fuerzas que le influían y le impelían desde un mundo espiritual exterior -un mundo en el que él no estaba.
La evolución que avanza hacia una nueva era, impondrá un cambio. El hombre sentirá dichas impresiones como si emanasen desde un mundo al cual él pertenece, un mundo en el que también dispone de un lugar que se acrecentará con el transcurrir del tiempo.
No debemos imaginarnos que lo que el alma humana re-absorbe de lo vivido en la época egipcio-caldea se repite según se lo comprende tradicionalmente.
El impulso crístico, verdaderamente comprendido y asimilado por el alma humana, le capacita para sentirse miembro de un mundo espiritual que hasta ahora le resultaba externo. No solamente es capaz de sentirle, sino que sabe de él conscientemente dentro de sí mismo."
Rudolf Steiner. La Ciencia Oculta en bosquejo, edición 1995,
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