Las virtudes bordadas en la banda del collar del perro braco, un perro de
caza, quien lo tenía al cuello, el escrito bordado estaba realizado con oro y engarzadas piedras
preciosas.
El perro braco se
llamaba Gardevías – cuida el sendero- y pertenecía al conde Orilus.
Aquel que siendo
vecino deseaba apropiarse de la propiedad de Herzeloyde, la madre de Parzival,
ella era viuda y sólo el escudero Schionatulander -el bello de la
comarca- escudero de su marido ya muerto en Oriente, era quién cuidaba de sus propiedades.
Las palabras bordadas
Las palabras bordadas
Cultivar la
pureza
reine
Zucht
Tener
disciplina
Disziplin
Castidad
Keuscheit
Indulgencia,
clemencia
Milde
Justa medida en todas
las cosas Mass an Allen Dingen
Cuidar, prestar
atención, proteger Sorge
Pudor
Scham
Modestia
Bescheidenheit
Perseverancia, firmeza Stätte
Humildad
Demüt
Tener
paciencia
Geduld
Amor casto
Minne
Son ejercicios del siglo
VIII, por la época de Carlo Magno.
Y también fue el pedido de
Sigune, la prima de Parzival a Schionatulander, como prenda de amor, poder leer
las palabras bordadas con tal belleza, para conocerlas y saber cómo vivir, cuando viajaban para rogar anuencia al Rey Arturo
para casarse por ser ambos de clase social diferente, ella princesa y el escudero, administrador, soldado.
La Pietá de Michelangelo es la imagen de ambos una vez que Orilus sorprende en sus tierras a Schionatulander sin armas, le ataca y le mata.
La Pietá de Michelangelo es la imagen de ambos una vez que Orilus sorprende en sus tierras a Schionatulander sin armas, le ataca y le mata.
Orilus recuerda aún aquello que
-él considera una ofensa, pues no cree en la palabra de su esposa. Parzival le había
dado un beso a su mujer mientras ésta estaba
dormida en su tienda de campaña en ese verano.
Parzival , el tonto de capirote, le sustrae un anillo de la mano. Ella jura a su esposo que nada más ha sucedido
y Orilus no cree en esas palabras.
Así Schionatulander pierde la
vida por Parzival y su desquicio al ser joven y no saber nada de modales caballerescos.
Schionatulander por un lado
alcanza el amor casto, aquel que
Sigune también logra, y cultiva cuidando la tumba de su amado en la eremita
después de la acaecida muerte.
Por otro lado Schionatulander ha muerto por la
ofensa que realizara Parzival sin saberlo bien, él no tiene conciencia de que
en realidad le roba un beso a una dama dormida en su tienda de campaña, es
Jeschute la esposa de Orilus, quien despierta asustada y Parzival en su
ignorancia juvenil, todavía le saca un anillo del dedo que toma por prenda
recibida de una dama. Un tonto de capirote vestido con una túnica de arpillera
que le dio su madre para que le cuiden y por ser la túnica indicación de estar
loco, nadie le molestaría.
Orilus no ha creído en las
palabras de su mujer que solo fue el beso y el añillo, y la arrastra en sus
andanzas caballerescas en oprobio y sin atención como le corresponde a una
dama. Su atuendo cae a pedazos, padece un desaliño total. Hasta que Parzival
reconoce después de cinco años su error, su culpa, frente a un santo ermitaño y da sus
disculpas a Orilus.
Hoy conocemos las virtudes,
también doce, a cultivar durante la
vida, haciendo ejercicio de ellas. Rudolf Steiner nos indica cual es la
capacidad que surge de este cultivo. Se dice que como están en inglés en
original fueron dadas por Madamme Blawatsky y Steiner las completa con los
resultados que surgirán de tal ejercicio realizado mes a mes.
Ver Virtudes que devendrán capacidades de conocimiento, si se convierten en ejercicio mensual
La Loma, 18 de Abril de 2018
La Loma, 18 de Abril de 2018
Tatiana Schneider
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