jueves, 12 de junio de 2014

El enfado, y además le haría mal.

Mi padre  era periodista y jefe de redacción de “De Lokomotief” el periódico más grande de la India Holandesa, en un momento determinado de mi vida recuerdo su regreso a casa irritado terriblemente con un corresponsal local, cuyos escritos incitaban en sus lectores a exaltadas emociones. Le dije viendo su estado “ Y porque no lo despides si tienes problemas con él, tú eres el jefe”.

A lo cual mi padre me respondió de manera tal que esa respuesta se convirtió para mí en una máxima en mi vida: “Escúchame bien, mientras yo siga enfadándome por ese hombre no lo puedo despedir porque le haría mal. Recién lo podré despedir cuando yo ya no me enfade con él”.


Bernard Lievegoed  1905-1992 en ”A Través del ojo de la Aguja”




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