El Semanario "Das Goetheanum" , semanario para Antroposofía, en su número 3/4 del 13 de Enero 2017 dedica su portada a John Berger "Los vivos son el núcleo de los muertos" Escritor, crítico de arte, pintor, ensayista británico.
1. Los muertos circundan a los vivos. Los vivos son el núcleo de
los muertos. En este núcleo se encuentran las dimensiones del tiempo y el
espacio. Lo que rodea al núcleo es infinitud.
2. Entre el núcleo y lo que lo circunda hay intercambios que,
por lo general, no son claros. Todas las religiones se han preocupado por
aumentar su claridad.
La credibilidad de la religión depende de la claridad de ciertos
intercambios inusuales. Las mistificaciones de la religión se derivan de su
intento de sistematizar tales intercambios.
3.Lo excepcional de los intercambios claros se debe a que es
también muy raro que algo pueda cruzar intacto la frontera entre la infinitud y
el tiempo.
4. Ver a los muertos como las personas que alguna vez fueron
tiende a oscurecer su naturaleza. Intentemos considerar a los vivos como
podríamos asumir que lo hacen los muertos: colectivamente.
No sólo a través del espacio se acumularía lo colectivo sino
también a lo largo del tiempo. Incluiría a todos los que alguna vez vivieron. Y
entonces también estaríamos pensando en los muertos. Para los vivos, los
muertos son únicamente aquellos que vivieron; mas en su propia gran
colectividad los muertos ya incluyen a los vivos.
5. Los muertos habitan un momento sin tiempo, de construcción
continuamente recomenzada. La construcción es el estado del universo en
cualquier instante.
6. Según su memoria de vida, los muertos saben que el momento de
construcción es, también, un momento de colapso. Habiendo vivido, los muertos
nunca pueden ser inertes.
7. Si los muertos viven un momento sin tiempo, ¿cómo pueden
tener memoria? No recuerdan sino ser lanzados al tiempo, igual que todo lo que
existió o existe.
8. La diferencia entre los muertos y los que aún no han nacido
es que los muertos tienen esta memoria. Conforme aumenta el número de muertos,
la memoria se agranda.
9. La memoria de los muertos, existente en la infinitud, puede
pensarse como una forma de la imaginación relativa a lo posible. Esta
imaginación es cercana a (reside en) Dios; pero no sé cómo.
10. En el mundo de los vivos existe un fenómeno equivalente pero
contrario. Los vivos a veces experimentan la infinitud, como les es revelada en
el sueño, en el éxtasis, en instantes de extremo peligro, en el orgasmo, o tal
vez en la experiencia misma de morir. Durante estos instantes la imaginación
viva cubre el campo completo de la experiencia y rebasa los contornos de la
vida o la muerte de cada quien. Roza la imaginación expectante de los muertos.
11. ¿Cuál es la relación de los muertos con lo que no ha
ocurrido, con el futuro? Todo el futuro es la construcción en que su
imaginación se empeña.
12. ¿Cómo viven los vivos con los muertos? Hasta antes de que la
sociedad fuera deshumanizada por el capitalismo, todos los vivos esperaban
alcanzar la experiencia de los muertos. Era ésta su futuro último. Por sí
mismos, los vivos estaban incompletos. Los vivos y los muertos eran
interdependientes. Siempre. Sólo esa forma moderna tan particular del egoísmo
rompió tal interdependencia. Y los resultados son desastrosos para los vivos,
que ahora piensan en los muertos como los eliminados.
"La Nación" escribe "un agudo retratista del imperfecto arte de mirar."
"La Nación" escribe "un agudo retratista del imperfecto arte de mirar."
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