DE QUE NADA SE SABE
La luna ignora que es tranquila y clara
y ni siquiera sabe que es la luna;
la arena, que es la arena. No habrá una
cosa que sepa que su forma es rara.
Las piezas de marfil son tan ajenas
al abstracto ajedrez como la mano
que las rige. Quizá el destino humano
de breves dichas y de largas penas
es instrumento de otro. Lo ignoramos;
darle nombre de Dios no nos ayuda.
Vanos también son el temor, la duda
y la trunca plegaria que iniciamos.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta
que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?
La Loma, 2 de Enero de 2017
Nina Czerni
La luna ignora que es tranquila y clara
y ni siquiera sabe que es la luna;
la arena, que es la arena. No habrá una
cosa que sepa que su forma es rara.
Las piezas de marfil son tan ajenas
al abstracto ajedrez como la mano
que las rige. Quizá el destino humano
de breves dichas y de largas penas
es instrumento de otro. Lo ignoramos;
darle nombre de Dios no nos ayuda.
Vanos también son el temor, la duda
y la trunca plegaria que iniciamos.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta
que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?
En esta poesía se tiene clara la
pregunta sobre el “Sí Mismo”, sobre el “Selbst”
en alemán. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde iré? Esta última queda oculta pues después de haber
logrado la cumbre... ¿Cómo será esa meta y habrá continuidad?
Queda abierto y es comprensible que a la vez se responda que no podemos
darle nombre. Será “Yo soy el Yo soy” Asher Eje Asher que nos hace pensar en el
“innombrable nombre de D-s” como en la escritura hebrea que sólo escribe las
consonantes. Los seres que rigen todas las cosas, los seres espirituales que no
percibimos más, como fueron aún percibidos en la antigüedad y luego sólo fueron
percibidos por los grandes iniciados, quienes a su vez transmitieron sus imágenes del cómo será el porvenir. Imágenes que no
comprendemos a saber como ejemplo aquellas de San Juan en “Apocalipsis”-
La luna no sabe que es luna, sin
embargo los seres que la habitan, aquellos que moran en su interior, sí saben.
Nosotros que con cada regreso a una nueva encarnación tomamos aquello que hemos
dejado antaño allí para poder ascender, y cargamos nuevamente con aquellas cosas
que aún debemos elaborar en nuestra nueva vida en la Tierra, único lugar de
aprendizaje, de ejercicio. Si sabemos pero olvidamos al nacer.
Borges a través de su amistad con el pintor Xul Solar y su comprensión del idioma alemán conocía la obra de Steiner, más aún fue capaz de hacer su propio camino a través del arte de la palabra escrita , de la poesía, incursionó en su búsqueda en todos los géneros literarios y hasta sus conferencias han sido grandiosas como aquella donde habló de “La ceguera".
Borges a través de su amistad con el pintor Xul Solar y su comprensión del idioma alemán conocía la obra de Steiner, más aún fue capaz de hacer su propio camino a través del arte de la palabra escrita , de la poesía, incursionó en su búsqueda en todos los géneros literarios y hasta sus conferencias han sido grandiosas como aquella donde habló de “La ceguera".
La Loma, 2 de Enero de 2017
Nina Czerni
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