Así
nos contó Susana dentro de nuestras clases del Instituto Dr. Karl König de Buenos Aires, profesorado para educación
de niños, jóvenes y adultos especiales.
Se
nos pidió que trajésemos fotografías de cuando éramos niños y preparáramos un
relato al respecto, estábamos estudiando las relaciones de las percepciones sensorias, con o sin la
vista, con o sin el tacto u otro sentido y así preparamos cada una su trabajo desde su
experiencia.
La
más llamativa fue la de Susana, trajo una fotografía donde se la veía de pequeña
caminando hacia la cámara, más lejos detrás de ella la mamá con los brazos
extendidos como si recién hubiese dejado
partir a su niña.
Lástima, dijo Susana, que sólo tengo el relato que
hicieron mis padres de cómo me animé a caminar sin ayuda y no tengo una foto
mía de espaldas que lo demuestre, porque yo aprendí a caminar con un broche para tender la ropa,
primero con mi madre, quien por último sólo
tenía una punta de mi ropa en la espalda...y yo yendo hacia mi padre quien me
esperaba, allí en el patio de mi casa.
Y esta vez, la de la fotografía, mi mamá me colocó allí donde siempre ella me
sostenía un broche de tender la ropa...y yo estaba así caminando sola por
primera vez. La alegría fue tan grande
que me sacaron una foto.
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