Los frutos de
valiosas rimas
Hemos tenido poetas que nos sorprenden en esta época por su
poca capacidad de poder expresar en versos contenidos que vivifiquen, que sean alimento
para el alma.
Steiner también se quejó por ello en su tiempo. Pues justamente a fines del siglo XIX se pudieron recoger los más hermosos frutos de la poesía:
Alfred Kerr 1867-1948 |
¿Conoces tu el país donde la lianas florecen? |
“ A lo mejor ustedes
saben que el crítico y ensayista más hiriente de Berlín se llama Alfred Kerr. En verdad su nombre era Alfred Kempner. Empero no podía llamarse Kempner a finales
del siglo XIX pues su apellido hacía
recordar a Frederike Kempner. ¡Sí, ella también hizo versos! Solamente
tenemos que recordar uno, no los voy a hostigar con más:
América, tierra de muchos sueños
Maravilloso mundo ancho y largo.
Bella con tus cocoteros dueños
Y tu soledad movido letargo.”
A Friederike Kempner
se la llamó el Cisne de Silesia y humorista sin intención de serlo.
Así como Alfred Kerr
(Kempner) recibió el apodo de Papa de la cultura.
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