lunes, 26 de mayo de 2014

Los frutos de valiosas rimas

Hemos tenido poetas que nos sorprenden en esta época por su poca capacidad de poder expresar  en  versos  contenidos que vivifiquen, que sean alimento para el alma.
Steiner también se quejó por ello en su tiempo.  Pues  justamente a fines del siglo XIX  se pudieron  recoger los más hermosos frutos de la poesía:

 Alfred Kerr  1867-1948
¿Conoces tu el país donde la lianas florecen?
“ A lo mejor ustedes saben que el crítico y ensayista más hiriente de Berlín se llama Alfred Kerr.  En verdad su nombre era  Alfred Kempner.  Empero no podía llamarse Kempner a finales del siglo XIX  pues su apellido hacía recordar  a  Frederike Kempner.  ¡Sí, ella también hizo versos! Solamente tenemos que recordar uno, no los voy a hostigar con más:
América, tierra de muchos sueños
Maravilloso mundo ancho y largo.
Bella con tus cocoteros dueños
Y  tu soledad  movido  letargo.”

A  Friederike  Kempner  se la llamó el  Cisne de Silesia y humorista sin intención de serlo.
Así como Alfred  Kerr  (Kempner) recibió el apodo de Papa de la cultura.

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